
Un cocodrilo gigante se había apoderado de los pantanos, sembrando el pánico. Dos cuervos comentaban: “¡Se comió a nuestro compadre coyote, a nuestra prima lechuza, a nuestro amigo lince! ¡Es un despreciable criminal!”.Al anochecer, mientras el saurio dormía con la panza repleta, un ratón vio a los cuervos picotear entre las mandíbulas del monstruo los pedacitos de carne que le quedaban entre los dientes.
Por: Alejandro Jodorowsky
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